El coworking es un modelo de trabajo para profesionales y pequeñas empresas, que comparten un mismo espacio de trabajo. En este espacio, los profesionales pueden desarrollar su labor de manera independiente, pero aprovechando las oportunidades de colaboración que surgen. El coworking supone una magnífica alternativa al modelo de oficina tradicional:
Colaboración
De la cooperación entre profesionales nacen mayores y mejores oportunidades de negocio. La oferta agrupada de servicios habilita el acceso a proyectos de mayor complejidad que implican a distintos perfiles. Además, la colaboración día a día con personas afines enriquece las capacidades profesionales de cada uno. Un claro ejemplo de ello es que grandes empresas como AT&T o el prestigioso The New York Times ceden actualmente espacios a empresas o freelances externos que son gestionados bajo el modelo de coworking.
Entorno profesional
Cuando se trabaja desde el hogar se hace difícil establecer un horario de trabajo. La pereza y las distracciones se convierten en constantes obstáculos para nuestra productividad. Y a menor productividad, menores ingresos. Separar la vida laboral y personal puede suponer una gran mejora en ambos contextos.
Además, un centro de coworking permite cambiar la soledad de trabajar en casa por un lugar de trabajo estimulante.
Imagen comercial
A veces ser un buen profesional no es suficiente. Muchos clientes potenciales sólo confían en profesionales o empresas que ofrecen una cierta imagen. Tener oficina propia y un número de teléfono fijo donde contactar pueden ser decisivos para un cliente potencial.
Coste reducido
El coste de establecer una oficina propia es muchas veces una barrera inicial que no todos los profesionales o empresas pueden superar. La remodelación o adecuación del local, el alquiler mesual, internet, la limpieza, la luz, el agua, etc. suponen un lastre económico difícil de asumir. La mensualidad en nuestro centro de trabajo incluye todo esto y mucho más, a un precio enormemente menor.